sábado, 2 de enero de 2016

I-II-MMXVI
Hasta quedarme sin oxígeno,
creo recordar,
que me dijo que en cada esquina de mi piel se perdía un poquito más de su cordura.
Incluso supo,
que tesoros no son físicos moldeados amarrados e insanos
Me contó,
el más bello de sus besos
con el final más abrupto y estridente
Pues de insomnio quiso envenenarme con sus dedos perfilando mis lunares,
y aún así
no fue príncipe, ni rey, ni esclavo
Tan solo fue un pobre pobre, que de riqueza en caricias poseía
y lucho por conquistar todas mis tierras, mi alma, mi cielo, el exceso de sentirse algo más que preso
Sin embargo no todo en esta vida tratar de ser cuestionado
y en menos de diez besos, se marchó por donde nunca vino
y dejó caer cuatro gotas de dolor sobre mi espalda
que a medida que el se iba
éstas iban penetrando la espina...
....hasta quedarse sin oxígeno